La oposición nicaragüense rechazó hoy los resultados oficiales de las elecciones municipales del domingo y demandó al Consejo Supremo Electoral (CSE) un nuevo conteo de votos y actas de votación en todo el país, con observadores locales e internacionales.
El representante legal del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC), diputado Wilfredo Navarro, formalizó la solicitud ante el CSE como parte de una serie de acciones que realizará este partido para revertir los resultados electorales, dijeron sus dirigentes en rueda de prensa.
"La Alianza-PLC desconoce totalmente los actuales resultados provisionales dados a conocer por el CSE (...) y exige una revisión y recuento total de todas las actas y boletas electorales" de las Juntas Receptoras de Votos del país, precisa el escrito presentado al tribunal electoral por esa agrupación.
El último informe divulgado por el CSE en su sitio web, con el 86% del escrutinio, el gobernante Frente Sandinista (FSLN) obtuvo 866 mil 111 votos (48.24%) y ganó 91 alcaldías, incluyendo la capital y nueve cabeceras departamentales, de los 146 municipios en disputa.
El PLC recibió 827 mil 583 votos (46.10%) y obtuvo 49 alcaldías y cinco cabeceras departamentales, mientras que la Alianza Liberal Constitucionalista obtuvo 76 mil 889 votos y conquistó tres municipios, según el recuento oficial.
"Nuestras actas reflejan más votos que el FSLN, lo que estamos diciendo es que nos están robando los votos", dijo Navarro, quien no obstante se abstuvo de denunciar fraude en los comicios.
"Vemos que hay anomalías en todo el proceso y es el CSE el que debe reivindicar con sus hechos de que no hay fraude", apuntó Navarro, acompañado de la cúpula del PLC, entre ellos el ex presidente Arnoldo Alemán (1996-2002).
El CSE es el centro de las críticas por parte de la oposición, la Iglesia católica y otros sectores por irregularidades en los comicios del domingo, en los que salió ganador el Frente Sandinista del presidente Daniel Ortega.
Temprano, el CSE había minimizado las protestas de la oposición alegando que no había recibido ninguna queja oficial.
"Para que haya una revisión (del escrutinio) tiene que haber una impugnación y hasta ahora no hay nada", manifestó un magistrado sandinista del tribunal electoral, Emmet Lang.
La abstención en estos comicios podría situarse entre el 48 y 54% de los 3.8 millones de ciudadanos registrados en el padrón, según estimaciones del CSE, y dos cabeceras departamentales estarían por definirse en Nueva Segovia y Río San Juan.
El candidato a la alcaldía de Managua, Eduardo Montealegre, quien perdía frente al ex campeón de boxeo Alexis Argüello por 6.6 puntos en el escrutinio oficial, dijo que "algo no huele bien aquí, no se trata sólo de la capital o León, sino del país entero; la percepción es que algo no anda bien".
En la tarde de hoy martes, en la capital y otras ciudades, por segundo día se produjeron batallas campales a pedradas y garrotazos entre partidarios sandinistas que celebraban el triunfo en los comicios, mientras los liberales salieron en caravana a presentar una queja a la oficina de Managua de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La Conferencia Episcopal de Nicaragua emitió un comunicado en el que considera que el CSE "está faltando a su deber moral de respetar el voto popular" y lamentó los acontecimientos por los que la gente se siente "defraudada".
"Estas irregularidades deslegitimizan y ponen en entredicho el proceso electoral en muchos municipios y cabeceras departamentales, arriesgando la institucionalidad democrática del país", advirtieron los obispos en una declaración leída por el secretario del Conferencia, René Sandigo.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en un comunicado expresó "preocupación por las dificultades surgidas en Nicaragua" en el escrutinio de las elecciones municipales.
La OEA no participó esta vez en la observación electoral, pero siguió con atención el proceso de recuento en marcha, señaló Insulza.